Dónde comer en Dublín

El restaurante del sótano del chef Ross Lewis es toda una institución y un lugar tan reconocible del barrio como el Gate Theatre de Dublín y la Hugh Lane Gallery. Durante casi 30 años, Chapter One, reconocido con una estrella Michelin, ha sido un faro del más alto nivel culinario y ha ayudado a Irlanda a recuperar la confianza en su identidad gastronómica. El propio Lewis se ha encargado de formar y capacitar a una generación de jóvenes chefs irlandeses, algo por lo que ha recibido este año el premio Mentor Chef de Michelin. El restaurante, que sirve una cocina elegante con acento en los productos locales más frescos, ofrece un ambiente cálido y acogedor, con un toque de clase irlandesa.

Ubicado en el pintoresco pueblo pesquero de Howth, al norte de la ciudad, Mamó está en la ubicación perfecta para conseguir pescado fresco directamente de los barcos del puerto. Mamó es un restaurante sencillo que ha causado una gran impresión en su relativamente corta existencia, ya que sirve una excelente comida de inspiración europea basada en los mejores productos locales.

Ningún otro restaurante de Dublín ha innovado tanto en el campo de la alta cocina como Variety Jones. Su aspecto es oscuro, vanguardista y enigmático, pero cuando el chef y propietario Keelan Higgs se pone a trabajar en la cocina abierta transmite la sensación acogedora y envolvente de un club de jazz metropolitano. La comida es innovadora y fresca, sugerente y bien elaborada, y Higgs cocina a fuego abierto, por lo que nunca hay dos platos iguales.

Abanderado de la cocina francesa moderna en Irlanda desde hace más de 30 años, el restaurante Patrick Guilbaud fusiona un sentido lúdico de la modernidad con la técnica francesa clásica en un entorno de diseño. El restaurante más alabado de Irlanda, y el primero en recibir dos estrellas Michelin, está situado en el hotel georgiano Merrion, frente a Leinster House. Este establecimiento ha vivido el auge y la decadencia de la ciudad, pero se eleva por encima de todo con su dedicación constante a la excelencia culinaria.

La estrella emergente de la gastronomía irlandesa, Aimsir, galardonada con dos estrellas Michelin tras sólo 6 meses, se encuentra fuera de la ciudad, en Cliff, en Lyons, Kildare. Aproximadamente a una hora del centro de la ciudad, este restaurante, dirigido por el matrimonio Jordan y Majken Bech-Bailey, merece una visita, para sumergirse en un universo paralelo de elegancia campestre y cocina moderna sofisticada que te dejará sin aliento por su alcance y visión. 

Con una cocina repleta de talento culinario, con el chef finlandés Mickael Viljanen al frente y el chef local Mark Moriarty como segundo chef, The Greenhouse, con dos estrellas Michelin, transmite confianza y ambición. La comida es sofisticada pero sorprendente, sin ser excesivamente elaborada, y está construida sobre una base clásica, pero sin olvidar la creatividad en cada plato.

En la costa sur de la ciudad, en el tranquilo y saludable suburbio de Monkstown, se encuentra Bresson, una brasserie francesa sin pretensiones, pero con toneladas clase que se dedica tranquilamente a servir cocina francesa clásica cálida y con carácter. Bautizado con el nombre del fotógrafo francés que captó a la gente en su entorno natural, este restaurante se ha convertido en poco tiempo en un lugar querido por el pueblo. Con un pie en el pasado y otro en el presente, Bresson mantiene la vista puesta en el futuro con planes a largo plazo para formar parte del tejido de Monkstown. Merece la pena salir de la ciudad para disfrutar de una comida tranquila en un entorno costero que enamoraría a Joyce.

Uno Mas, un bistró animado, moderno y desenfadado, sirve cocina española de calidad cerca del centro de la ciudad. Con personal amable y buena relación calidad-precio, la vitalidad de Uno Mas atrae a todo el mundo. Hay veces en que todo encaja y el resultado es un establecimiento cálido y auténtico, con uan comida excelente y una digna selección de vinos. Te retamos a salir de este restaurante sin una sonrisa de oreja a oreja.

El pub es un espacio tan importante en la vida cotidiana irlandesa que cualquier visita a Dublín debería incluir una experiencia culinaria en uno de los mejores de la ciudad. El Grave Diggers, llamado así por su proximidad al mayor cementerio de la ciudad (que también merece la pena visitar), es un pub que visitó Anthony Bourdain cuando pasó por Dublín y que le entusiasmó por su comida, su bebida y, por supuesto, su ambiente. Se trata de un pub local tradicional que acoge tanto a visitantes como a clientes habituales y que ofrece la oportunidad de comer bien y tomar unas pintas de cerveza negra.

DAX, un restaurante francés con manteles blancos, situado en el sótano de una casa georgiana cerca de Fitzwilliam Square, desprende clase y es ideal para ocasiones especiales. La técnica clásica francesa se une a los sabores locales irlandeses para ofrecer una experiencia culinaria moderna con el estilo del viejo mundo.